Imagen 1. Uroplatus Plantasticus ( camaleón, Gecko cola de hoja satanico) endémico de Madagascar.
El mimetismo es una estrategia que utilizan ciertos organismos en diversos ecosistemas para parecerse a otro organismo y así asegurar su supervivencia, protección u obtener una ventaja funcional. Este cambio en la apariencia del organismo puede imitar a otro de muchas maneras:
color, rastros de olor, sonidos, en fisionomías comporta mentales e incluso hasta en una localización especifica.
El organismo que imita al otro se le denomina mimo y el que es imitado mimete o modelo, cabe aclarar que esta habilidad se produce sucede entre especies distintas. Cuando hay mimetismo entre especies se da para engañar en la mayoría de las ocasiones a los depredadores aledaños que podrían beneficiarse de la vulnerabilidad de otras especies, el depredador al verse en una encrucijada no puede identificar a su presa. Existen dos tipos de mimetismo que sirven para clasificar la especialidad de imitación del mimo ante el modelo a imitar o mimete.
Mimetismo
Batesiano:
El mimetismo batesiano se nombró en honor a Henry Walter Bates un científico británico que estudió el mimetismo en mariposas del Amazonas, quien observó que, en ocasiones, una especie inofensiva de mariposa se asemeja a otra especie de mariposa repugnante y que con esto consigue eludir a los depredadores. En este caso, las aves desempeñaban el papel de agentes de la selección natural, al eliminar aquellas mariposas comestibles que eran menos parecidas a las mariposas venenosas.
Se presenta una imitación casi perfecta de la morfología del modelo en casi todos los aspectos, espinas, coloraciones muy llamativas y en la proporción del tamaño de su modelo pero con la gran diferencia de que esta estructura no es funcional. Por ejemplo si ambos presentan espinas que podrían contener algún tipo de toxina solo el modelo genera dicha toxina letal para sus depredadores. Un ejemplo claro de este mimetismo son los organismos como las serpientes que imitan a las coloraciones venenosas, estas presentan una estructura muy similar pero son inofensivas.
El mimetismo batesiano se nombró en honor a Henry Walter Bates un científico británico que estudió el mimetismo en mariposas del Amazonas, quien observó que, en ocasiones, una especie inofensiva de mariposa se asemeja a otra especie de mariposa repugnante y que con esto consigue eludir a los depredadores. En este caso, las aves desempeñaban el papel de agentes de la selección natural, al eliminar aquellas mariposas comestibles que eran menos parecidas a las mariposas venenosas.
Se presenta una imitación casi perfecta de la morfología del modelo en casi todos los aspectos, espinas, coloraciones muy llamativas y en la proporción del tamaño de su modelo pero con la gran diferencia de que esta estructura no es funcional. Por ejemplo si ambos presentan espinas que podrían contener algún tipo de toxina solo el modelo genera dicha toxina letal para sus depredadores. Un ejemplo claro de este mimetismo son los organismos como las serpientes que imitan a las coloraciones venenosas, estas presentan una estructura muy similar pero son inofensivas.
Ejemplo de mimetismo batesiano cuando la falsa coral imita a la coral verdadera (su veneno es letal)
Mimetismo
Mulleriano:
En 1879 Fritz Müller, quien propuso este concepto, hizo notar que los animales miméticos a menudo coinciden en la propiedad que los defiende frente a los depredadores, por ejemplo: el mal sabor. La razón es que de esta manera “educan” al depredador joven; puesto que éste no elude de manera innata a estas presas. Al ser semejantes, el depredador sólo debe probar una para aprender a rechazarlas a todas. Pero si dos especies, igualmente coloreadas y desagradables, tienen una semejanza entre sí, morirían menos animales de cada una de ellas que si el predador tuviera que aprender a distinguir entre dos coloraciones distintas.
Comprende a dos especies que pueden compartir características letales, el imitar esta característica asegura la supervivencia de la especie que imita de continuo al modelo. Dentro de la clasificación de estas características peligrosas están el presentar un color especifico y en la producción de agentes químicos que al ser digeridos por los depredadores no son de su completo agrado. Esta habilidad es bastante útil ya que puede confundir a la mayoría de depredadores que inician sus procesos de reconocimiento del terreno que contiene a sus presas o recursos nutritivos, una diferencia del mimetismo batesiano es que al ser toda las especies igualmente desagradables, también son igualmente numerosas.
En 1879 Fritz Müller, quien propuso este concepto, hizo notar que los animales miméticos a menudo coinciden en la propiedad que los defiende frente a los depredadores, por ejemplo: el mal sabor. La razón es que de esta manera “educan” al depredador joven; puesto que éste no elude de manera innata a estas presas. Al ser semejantes, el depredador sólo debe probar una para aprender a rechazarlas a todas. Pero si dos especies, igualmente coloreadas y desagradables, tienen una semejanza entre sí, morirían menos animales de cada una de ellas que si el predador tuviera que aprender a distinguir entre dos coloraciones distintas.
Comprende a dos especies que pueden compartir características letales, el imitar esta característica asegura la supervivencia de la especie que imita de continuo al modelo. Dentro de la clasificación de estas características peligrosas están el presentar un color especifico y en la producción de agentes químicos que al ser digeridos por los depredadores no son de su completo agrado. Esta habilidad es bastante útil ya que puede confundir a la mayoría de depredadores que inician sus procesos de reconocimiento del terreno que contiene a sus presas o recursos nutritivos, una diferencia del mimetismo batesiano es que al ser toda las especies igualmente desagradables, también son igualmente numerosas.
